El exlíder guerrillero colombiano Iván Márquez, cuyo nombre real es Luciano Marín Arango,  subrayó hoy que para la reconciliación en su país es necesario que el Estado aplique los Acuerdos de La Habana, lo que requiere voluntad y decisión política, coordinación de los poderes públicos y liderazgo presidencial.

En un curso organizado por la Universidad Complutense de Madrid Márquez, jefe de la delegación negociadora de las FARC, aseguró que el Gobierno colombiano "tiene miedo a que se sepa la verdad histórica que convirtió este conflicto en uno de los más dilatados del continente".

Dijo que la guerrilla aceptó la entrega de armas mientras que el Gobierno "no está cumpliendo sus compromisos" y añadió que los antiguos combatientes tienen el deber de hacer que Colombia sea un país en el que los conflictos puedan ser solucionados por la vía política y sin violencia.

En Colombia, según Márquez, no se está aplicando la amnistía aprobada hace siete meses, ya que "más de setecientos guerrilleros continúan en prisión".

Márquez se mostró crítico con algunas actitudes del Gobierno en la aplicación del proceso de paz, con el riesgo de "hacerlo trizas".

"Aún así confiamos en el Gobierno colombiano, ya que creemos que la institucionalidad es uno de los valores principales en el proceso y esperamos con voluntad y fe en la resolución de esta situación,, ya que se está poniendo en riesgo la vida de la gente", añadió Márquez.

La guerrilla, según Márquez, "no quiere promesas", sino que quiere hechos, por lo que ahora "es el Gobierno quien debe cumplir, pero está avanzando muy lentamente".

Para Márquez, solo con el trabajo conjunto de todas las partes implicadas "llegaremos a la justicia, la reparación y la no repetición del conflicto armado", pero siempre teniendo en cuenta la garantía de que "no habrá impunidad y que la paz será el objetivo fundamental", concluyó. 

EFE